Un autor que se acerca a un escenario como el propuesto se enfrenta al problema de describir cómo sería el mundo si los nazis hubieran ganado la guerra, Dick opta por trazar a grandes rasgos la brutalidad nazi llevada al mundo entero, e incluso al espacio exterior, y elige centrarse preferentemente en la cotidianidad de los americanos derrotados dentro de una cultura japonesa victoriosa.
La acción se desarrolla en 1962 en la costa Este de los que otrora fueran los Estados Unidos, ahora PSA, Pacific States of America, zona de influencia japonesa. Los nativos son ciudadanos de segunda clase a pesar de que su cultura es admirada por los vencedores, a tal punto que uno de los mejores negocios es la venta de auténticas antigüedades americanas, como relojes de Mickey Mouse. Este mundo nos es descrito a través de las vidas de Robert Childan, Frank Frink, su ex-esposa Juliana, y Nobusuke Tagomi, saltando la narración constantemente de un personaje a otro.
Dick Philip k - El Hombre en El Castillo 1962
Dick afimó que escribió El hombre en el castillo usando el antiguo texto chino I Ching (también llamado El libro de las mutaciones) para decidir qué rumbo tomaba el argumento. Incluso culpó al libro de ciertos detalles del argumento que personalmente no le convencían.
El I Ching aparece numerosas veces a lo largo de El hombre en el castillo; aparentemente, consultarlo de manera oracular es una moda traída por los japoneses a los Estados del Pacífico. En la ficción, Hawthorne Abdensen, como el mismo Dick en la realidad, afirma haber escrito "La langosta" bajo la influencia del texto. Cuando Juliana se reúne con Abdensen, le manifiesta lo que él ya sabe o intuye: según el I Ching, Japón y Alemania han perdido la guerra.
Subyace al texto la extraña hipótesis de Dick de que existen varios mundos laterales a un eje central, mundos que a veces se entrecruzan; sostenía el autor que él había tenido contacto con algunos de tales mundos. Así, en un pasaje del libro, el señor Tagomi, espiritualmente abrumado por haber matado a dos militares alemanes, tiene una incursión fugaz de un San Francisco distinto, en el cual los policías son blancos y llevan uniformes azules, en el que la consulta tradicional del I Ching que él hace en un lugar público es confundida con un curioso rompecabezas, en el que la arquitectura de la ciudad ha tomado un sesgo muy distinto al impuesto bajo la influencia de las fuerzas japonesas de ocupación, en el que no existen los pedetaxis en las calles, en el que los parroquianos blancos de un bar no tienen ninguna consideración especial por un japonés que no consigue lugar en la barra. Un inquietante mundo, en definitiva, en el que Japón no ha resultado victorioso, sino que ha sido derrotado en la guerra. Años más tarde, el mismo autor renegaría de este final.
Fuentes:
http://www.psicofxp.com/articulos/literatura-historieta/454186-hitler-victorioso-la-peor-de-las-ucronias-posibles.html
http://www.quintadimension.com/zonacritica/Txt/192.shtml
http://es.wikipedia.org/wiki/El_hombre_en_el_castillo